El aprendizaje escolar alude a la apropiación de los saberes (contenidos curriculares) desde una especificidad que lo diferencia de otros aprendizajes. Un rasgo importante es que se impulsan desde una acción intencional.
El conocimiento escolar es el conocimiento que adquiere, en las instituciones, el carácter de “contenido educativo” luego de sucesivas trasposiciones. Cualquier contenido aprendido significativamente es memorizado de manera comprensiva. Las nuevas ideas se construyen sobre otras anteriores y los contenidos se entienden por su relación con otros contenidos por lo que, su poder comprensivo se muestra sólido y se amplía abarcando diferentes aspectos
Compartimos con Gimeno Sacristán la relevancia de la categoría contenidos en todo planteo didáctico al afirmar sin contenidos no hay enseñanza (…) cuando hay enseñanza es porque se enseña algo o se ordena el ambiente para que alguien aprenda algo”.
Una información clara, organizada y acorde con los conocimientos previos del alumno hace que tenga sentido realizar un esfuerzo intelectual. Nuestra escuela comprende su responsabilidad para organizar, planificar y sistematizar los contenidos para permitir profundizar en ellos y cuestionarlos dando lugar así a la importancia de la articulación con la escuela primaria de la que provienen, ya que antes de ingresar el alumno al secundario, contamos con toda la información proporcionada por la escuela primaria, retomando desde ahí los contenidos en las materias coincidentes con el primario. Es por esto que la articulación resulta altamente positiva para el alumno y sus familias.
Pero sólo la intención de enseñar unos contenidos específicos es insuficiente para pensar en la buena enseñanza. Una definición muy aceptada acerca de qué es una buena enseñanza pertenece a Fenstermacher, (1989), cuando la distingue de la enseñanza exitosa. Para él el calificativo bueno tiene una fuerza moral y epistemológica: la primera alude a los valores éticos que promueven en los estudiantes y la segunda a si lo que se enseña es, dentro de la lógica de la disciplina, digno de que el estudiante lo conozca, lo crea y lo entienda.
Marta Souto además de considerar la incorporación y el dominio de nuevo conocimiento destaca el potencial formativo de la buena enseñanza cuando afirma que es aquella que deja en el docente y en los alumnos un deseo de continuar enseñando y aprendiendo.
La relevancia de los contenidos a ofrecer a nuestros alumnos en el planteo didáctico
que haremos, se advertirá también desde la práctica, ya que en el momento de
diseñar una situación didáctica aparecen de inmediato las preguntas: que voy a enseñar
y como voy a enseñarlo y por supuesto requerirán ser adecuados al nivel de desarrollo
y a los conocimientos previos que posean los chicos.
Los contenidos en esta institución se presentaran organizados en ejes
relacionados entre sí que aborden experiencias:
- para la construcción de la identidad y la interacción con los otros
- para la exploración del ambiente
- para la actividad lúdica
- para la expresión y la comunicación.
- Para la incorporación de los nuevos conocimientos que requiere el nivel secundario.
